Había llegado el momento de demostrar que iba a luchar te he llamado y he oído como te alegrabas de oir mi voz cuando te he dicho que iba a ir a verte.
Ya por fin juntos hemos hablado de muchas cosas, casi 3 horas hablando, yo pensaba llevarte a cenar por sorpresa o a tomar algo, pero tu tenias a la perra y no ha podido ser. Te he contado cosas de mi (cosa que no hago nunca) y tu me has contado algunas sobre ti, luego he conseguido sacar el tema que me preocupaba de una forma un poco lejana, tampoco quería recibir otro jarro de agua fría, pero después de decirte lo que pensaba y ver tu cara he entendido muchas cosas, así que de momento me conformo con ser tu "amigo", no tengo prisa he tardado mucho en encontrarte y no pienso agobiarte, ya perderás el miedo y te dejaras querer, ahora ya tengo la pieza que faltaba al rompecabezas del primer dia.
Ha sido una agradable noche, con buenas sensaciones. A vuelto la alegría.
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